Se trata de crear un espacio dentro del recinto de la escuela donde los alumnos puedan plantar verduras y frutas.
Cada territorio tiene sus particularidades geográficas y ambientales, que influyen directamente sobre las frutas y verduras que se pueden comer dependiendo de la época del año. Disponer de un
espacio en la escuela para que los alumnos puedan experimentar y conocer el ciclo natural de las plantas que proporcionan alimento, favorecerá su aprendizaje y ampliará su formación.
- El aprendizaje para nuestros chicos es muy enriquecedor en todos los aspectos:
- La responsabilidad de los alumnos a la hora de cultivar su propio alimento les proporciona ilusión y aprendizaje
- Favorece la alimentación sana y equilibrada, sin uso de productos químicos.
- Se potencia el cultivo de productos autóctonos y de acuerdo con la época del año.
- Los alumnos trabajan y juegan en un espacio natural, interactuando con su entorno más próximo.
- Se incorporan valores de respeto, conservación y cuidado de la naturaleza, el medio ambiente y el entorno.